Ser padre te cambia la vida, está claro, y aquel que no lo sepa seguramente no esté preparado para serlo. Hay que ser muy ingenuo para pensar que vas a poder seguir llevando la misma vida que llevabas cuando no eras padre.
¿La cambia para bien? En algunas cosas sí y en otras no tanto. Ser padres da cosas buenas, pero también las quita.
¿Qué cosas buenas da? A continuación os dejo una lista con lo que -para mi- es lo mejor que da el ser padres:
- El amor incondicional de tus hijos. Para mi esta es la principal razón; es algo que me sorprende cada día.
- Los reencuentros: La alegría que irradia su cara cuando llegas a casa después del trabajo me derrite.
- Compartir descubrimientos: La oportunidad de ayudar a una personita a desarrollarse, a descubrir el mundo, las primeras veces de todo… Y también, por qué no, hacer actividades que nunca te habrías planteado.
- Nuevas relaciones: Ser padre, te guste o no, hace que conozcas gente, ya sea en el cole, en el parque o en el sitio más insospechado. Puede que llegues a hacer muy buenos amigos.
- Revivir experiencias: Volver a experimentar esas cosas que hacía años que no llevabas a cabo y volver a disfrutar con ellas como si fueras un niño.
- Aprender: Al añadir un nuevo elemento a la ecuación de tu vida las cosas se ven desde otro punto de vista; esto permite aprender mucho!
Seguro que hay algunas más que ahora mismo se me escapan.
Por supuesto, como decimos en Catalunya, no todo van a ser ‘flors i violes’ (no todo va a ser maravilloso)... más bien al contrario. Muchas veces se tiene la sensación de que las cosas no tan buenas siempre están presentes o son las mayoritarias. Basándonos en nuestra experiencia personal, lo que nos ha quitado el ser padres lo podemos resumir en:
- Tiempo: Vamos de culo. Todo el día. Cada día.
- Momentos de pareja: Casi las 24 horas estamos ejerciendo de padres. Cuesta mucho encontrar momentos en los que volvamos a ser una pareja.
- Sueño: Dormir una noche entera? Estás de coña, no?
- Paciencia: Para que os sirva de referencia… la SuperMami pidió para Reyes un camión lleno de ella porque ya había agotado la que había acumulado durante toda su vida…
- Momentos personales: Ducharte tranquilamente, espachurrarte en el sofá,hacer una maratón de series, tirarte horas y horas mirando internet sin que nadie te ‘interrumpa’, poder ir al gimnasio y no mirar el reloj, jugar en el ordenador (o con la consola). Todos estos momentos prácticamente han desaparecido.
- Silencio: Si los niños están despiertos (y a veces cuando deberían estar durmiendo) el silencio brilla por su ausencia; y no sólo por los niños… a veces somos los padres que, yendo detrás de los pequeños, acabamos armando un escándalo considerable.
¿Echáis algo en falta en alguna de las dos listas que he hecho?